Día de reyes

Ya la noche anterior se respiraba ese aire de magia, ¡qué digo la noche anterior! Yo señalaba los días desde el verano para saber cuánto faltaba para el gran día. Tenía que portarme bien, aunque yo ya sabía que los reyes eran "los reyes" no importaba, escribía la carta con tanta ilusión y le pedía a mi hermano que escribiera su carta con cuidado, casi nunca me hizo caso, él.iba al punto y sólo hacía una lista de los juguetes mientras yo saludaba y todo eso.
No puedo evitar, aunque quiero, recordar cosas que no me gustaban, que no le dieran importancia a ese momento, para decirlo en pocas palabras; además no tiene caso porque durante 18 años siempre llegaron los reyes a casa y también después siguieron llegando, hubo muchos juguetes y cartas de respuesta, dulces y peluches, días enteros de juego y rosca de reyes con chocolate, absoluta y total felicidad infantil, magia pura.